espacio de crítica literaria y cultural

Mariano Peyrou- «Estudio de lo visible»

In Mariano Peyrou, Uncategorized on noviembre 18, 2007 at 12:21 pm

Peyrousereno, occidental, entre las plantas

MarianoPeyrou

Estudio de lo visible, Pre-Textos, 2007

Mariano Peyrou (Buenos Aires, 1971), como viene siendo habitual en sus poemarios, nos sorprende con su observación del mundo, a través de una exploración que no se mantiene en la superficialidad (lo real-visible y sus transparencias), sino que ahonda en la esencia de lo real contemporáneo, siendo consciente de que vive en un periodo caracterizado por la representación y el espectáculo. Así explora conceptos y términos, abriendo sus dualidades y múltiples posibilidades, sabiendo que su arma es el lenguaje.

En este sentido, da cuenta el autor de las funciones que ocupamos dentro del sistema y de cómo estamos a merced del mercado global y su impecable astucia. Cualquier cambio de función está previsto. Cambian las interrelaciones pero no cambia el conjunto:

Han vaciado el

lago, todo es diferente excepto el lago, que

sigue siendo una enorme extensión homogénea

pero de tierra.

Guste o no “el capitalismo está aquí para quedarse […], continua su marcha triunfal” (Zizek). El poeta no cae en la ingenuidad de obviar estas consideraciones. Ante esta situación, Mariano Peyrou cuestiona los discursos, incluido el suyo, aunque mantiene su sustentación, sino no estaríamos leyéndolo. En esta fe se ancla un punto de ironía sobre la fe absoluta que reclama el sistema capitalista.

Decía Bauman que “cada época de la historia se diferencia de las otras por haber conocido formas particulares de miedo” [la traducción es mía], y un miedo primordial (inculcado) de nuestra época es el sentirse fuera de la masa. El poeta retrata este y otros males, desde diferentes perspectivas, imponiendo su mirada crítica, su propio discurso, sin recurrir a la senda de la verdad de nuestra época, que diría Foucault, cimentándolo en las actividades cotidianas (caracterizadas por las máscaras, “todos comenzamos a interpretar”), sin llegar a caer en el cliché o la banalidad.

Vemos como en este sistema de simulacro se producen múltiples transmutaciones, aquí encontramos que lo real sufre un proceso de ficcionalización, “Nunca quedó/ tan claro como en las repeticiones”; y la ficción se naturaliza, “la representación del dolor/ es lo que duele”.

Los individuos se mueven por deseos, éstos son generados por mínimas necesidades inventadas, que se colman rápidamente e imposibilitan albergar deseos más grandes. Inexorablemente el individuo es empujado al consumismo, “escuchando una canción que ya/ entonces era antigua”.

En esta misma dirección, desmitifica conceptos como la espiritualidad (mal interpretada en nuestros días) o el progreso, al tiempo que reclama un distanciamiento en el análisis para una mayor exhaustividad, “los gustos/ se desarrollan a partir de lo que hay”; si aumenta el conocimiento, se desarrolla y amplía el gusto. El gusto son nuestras limitaciones.

En una sociedad simplificada (“En la síntesis no cabe nada más”), acaba encajando todo, aunque realmente no es así, no existe un entendimiento absoluto, algo se nos escapa cuando creamos esto. Tenemos lo visible, lo perceptible, pero no lo real.

Como bien nos indica el título del libro, Estudio de lo visible, Peyrou aborda lo visible pero se aproxima a lo real con el lenguaje, con una concepción poética técnica, “he tratado/ de suavizar mis tendencias naturales”, diferenciando como Eliot la emoción (estética) del sentimiento. Sabe de la artificiosidad de la propia poesía y no se queda anclado en tierra, o en su propia persona.

En Estudio de lo visible, el yo está en continua oscilación, se intensifica, se camufla, se diluye, se mueve entre “el verde”, con una ironía prodigiosa. Cierra el libro con dos poemas agrupados en un bloque titulado “Dos visiones del verde”, que no por casualidad carecen de punto final y por tanto de límites. De este modo, continúan, poesía y realidad, prolongándose indefinidamente en el espacio. Podemos disfrutar de su poesía, podemos “esconder sus raíces debajo de la tierra y pintar de verde/ la más verde de sus hojas”, podemos “definirlo para que sea a la vez hermoso y artificial”, podemos “inventar un incendio y salvarlo”, pero “lo que no podemos hacer es entenderlo”. Así es la poesía de Mariano Peyrou, directa, multiforme, inabarcable e imposible de sortear.

PABLO LÓPEZ CARBALLO

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  1. Felicidades por este nuevo espacio, se hacen necesarios los lugares donde la poesía pueda ser analizada de otra manera, y ya indica algo que vuestro primer libro sea de Mariano Peyrou.

    Os seguiré leyendo, a ver si dura.

  2. Muchas gracias por hacerme llegar el enlace y mucha suerte con el proyecto, que efectivamente -como dice Raúl- empieza muy bien.

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