Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré
Génesis, 26, 3
Wer jetzt kein Haus hat, baut sich keines mehr
[Quien ahora no tenga casa, ya no la construirá]
Rainer Maria Rilke
O problema da habitação. Alguns aspectos (1962). El problema de la habitación. Algunos aspectos (2009). 47 años separan el poemario del portugués Ruy Belo de su reciente traducción al español. Da que pensar, sobre todo teniendo en cuenta el tremendo peso poético que tuvieron sus versos en Portugal durante las décadas de los 60 y 70, y que hoy, transcurrido mucho tiempo desde su muerte, continúan teniendo.
Es difícil asimilar un clásico de la poesía de nuestro país vecino como si de un poeta novel y desconocido se tratase. Da que pensar: en las fronteras, en las limitaciones lingüísticas, en esa peligrosa e imperceptible distancia que produce siempre la proximidad. En todo esto hay una reflexión no sólo editorial, sino también cultural, donde la poesía se margina casi hasta el olvido. Precisamente esta demora en la traducción es también, como manifiesta el título del poemario, un claro ejemplo de problema de habitación: los largos poemas de Belo se rehacen en lengua española para, al final, hacerse hueco y tener un nuevo lugar que frecuentar en la poesía escrita en español. De alguna manera, Ruy Belo se localiza de nuevo: Ediciones sequitur, Madrid 2009. Y en ese sentido trashumante en el que se lee el verso-a-verso de estos poemas, podemos reivindicar su necesaria traducción: el sentido de la poesía es siempre un sentido por hacer (Jean-Luc Nancy), idea que Belo, -junto a otros poetas portugueses sí traducidos como Herberto Helder, Luzia Neto Jorge o Carlos de Oliveira-, expresa mediante una alta labor estética, la de conocer distintamente una realidad que se agota. Ahora, en español, se leen sus poemas como en 1962: con aquella misma insatisfacción y esa batalla contra la permanencia bajo la soledad de lo habitual. Pero –qué duda (ontológica) cabe- con una resistencia mayúscula por seguir existiendo, en este caso bilingüemente. Al igual que en la cita que encabeza el libro (É obrigatória a inscrição no registro civil dos factos essenciais relativos ao individuo… nomeadamente dos nascimentos, casamentos e óbitos. Art.º 2.º do decreto-lei de 18/2/1911), doy cuenta de su nuevo registro poético para que así conste a efectos legales: ISBN 978-84-95363-50-3.
Una especie de celebración: Y la alegría es una casa demolida. Comienza, de nuevo, El problema de la habitación para Ruy Belo.
De muy lejos venida, inviable recuerdo
indeciso en las manos o consentido
por alguna imposible infancia
Y la alegría es una casa recién-construida.
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La mudanza, en el aspecto inmobiliario, es una rara mezcla de trabajo tonto y de alegre cansancio. En el ámbito poético, la habitación es, paradójicamente, un trasiego entre verso y verso, entre espacios y lugares, entre tiempo y otros tiempos. Y las sensaciones se hacen efectivamente variables: la alegría hace las veces de tristeza, el trabajo es la ceremonia del día a día. El poeta se sabe nómada, aunque nunca lo reconoce: allá donde la vida multiplica el paisaje / y la naturaleza acepta humanos movimientos. Ruy Belo se da origen no en un lugar, sino en cada uno de los lugares por los que transita su voz. Por eso, el lugar del poeta portugués es la totalidad del poema mismo que, a través de unos versos de largo recorrido, deja en entredicho a la patria poética enunciada por Heidegger respecto a Hölderlin en sus famosas Aclaraciones a la poesía de Hölderlin. El entredicho, según las ideas de Eduardo Milán, es donde el poeta reside, un medio que en este poemario se muestra en tanto que ciudad cotidianamente en construcción (o en estaciones de transición: otoño y primavera, con habitantes, con turistas y ruidos de fondo). El deseo de una habitación para el poeta se ve abocado a una convivencia donde depositamos en los vecinos cimientos, por lo que este entredicho es, de alguna manera, un mediar palabras y un compartir gestos. El yo cimentado en el otro. La soledad andamiada por la sociedad. Belo no busca, pues, una tierra original que habitar ni acercarse a la esencia divina (de la que habla siempre, aunque desde una religiosidad des-medida: la distancia insalvable entre cielo y tierra, que es la misma que separa la altura de los árboles de los ojos del poeta y estos del poema que se escribe en una hoja); su tragedia –si se entiende en términos de resistencia sobre el vacío- es en Belo recreativa: frente a la estancia, per-vivencia; ante la soledad, la reflexión (de las sensaciones íntimas) y escritura (de los espacios sociales). Intentar formas de habitar y ser habitado:
[…] o cómo convertir a Dios a nuestra inmaculada vida?
Casi tan agradable como en el invierno meter los pies
fríos en la cama
u oír por la mañana resoplar a la excavadora número seis
y despertar a los funcionarios del sindicato de enfrente
Tan modestos subsidios para una rudimentaria teoría del
envenenamiento
En un ensayo titulado “O correr dos dias”, el poeta portugués inventa esta teoría del envenenamiento como refutación de su escritura poética: «[…] escrever é para mim morrer um pouco, anticipar o regresso definitivo à terra. Escrevo como vivo, como amo, destruindo-me. Suicido-me nas palavras. Violento-me. Altero uma ordem, uma harmonia […] Ao escriver mato-me e mato. A poesia é um acto de insubordinação a todos os níveis, desde o nível da limguagem como instrumento de comunicação, até ao nível do conformismo, da conivência com a ordem, qualquer ordem establecida». En ese sentido, el problema de la habitación de Belo alcanza fuertes posiciones críticas -léase políticas- respecto a la sociedad aburguesada y católica en la que se encuentra instalado, donde De las casa de las mejores familias de la ciudad / sube al caer de la tarde el complejo perfume / de las oraciones transpiraciones defecaciones. Por otro lado, el planteamiento de este problema toca techo en valores metafísicos con el binomio vida-muerte (y el mundo transitado de por medio: Nacemos y morimos y está el mismo sol ahí fuera), claro correlato de otro binomio, creación-destrucción: la alegría es una casa recién-construida // la alegría es una casa demolida // No hay ya más hoja o casa o alegría en donde habitar. Es decir, la muerte (también en metáforas otoñales), como la vida (el renacer de la vida en la primavera de los árboles), es un estado en transición, un eterno ir y volver que sincroniza tiempo y espacio en el (tópico e inefable) instante.
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A través estas tres dimensiones (política, metafísica y estética), el poeta portugués erige un estado de incertidumbre/esperanza que nunca progresa, si no es en forma de una melancolía tácita que bien resume versos como llegamos tarde y la poesía es vieja o Todos los males nos vinieron contigo, poesía, confirmación de una tradicional labor poética por la que el propio Belo pasa una y otra vez en la construcción-deconstrucción de sus propios poemas: cuantiosas referencias a versículos bíblicos en latín y de la Eneida de Virgilio, así como nombres de ciudades históricas o míticas tales como Patmos, Troya, Roma, Babilonia, etc. Acción ésta, como antes se apuntó, re-creativa, una intertextualidad que abre pasajes comunicativos entre la tradición literaria latina y los poemas de Belo bien referenciados, sobre todo, en sus títulos. Aquí la tradición es un lugar de paso, un lugar donde habitar trans-versalmente.
Feliz aquel que administra sabiamente
la tristeza y aprende a repartirla entre los días
Pueden pasar los meses y los años y nunca le faltará
[…] Pero, poeta, administra la tristeza con sabiduría
Belo bien podría haberse hecho la misma pregunta de Heidegger de ¿para qué poetas en tiempos de penuria?, aunque él, asumida esa penuria (por no decir saudade), sencillamente la reduce: Y yo ¿qué canto?, a lo que él mismo responde con su escritura, con unos versos finales: quizás cantar sea el último recurso y, en otro poema, […] tal vez el fin (o el principio) de los hombres y de los seres.
Maneras de habitar sobre la marcha.
ANTONIO J. ALÍAS.
Muito bom, António. É de facto significativo que Ruy Belo chegue, apenas agora, à língua castelhana. Um certo cinismo editorial, far-me-á pensar que isso não significará nada. Mas estou certo que, para alguns (poucos mas felizes) leitores deste livro, será uma experiência arrebatadora, um princípio de algo novo. Um abraço!
Obrigado, Luis. Estas certo naquilo que muito bem dizes. É pena nao ter tido antes em castelhano ao Ruy Belo. Ainda bem que existem as pequenas editoriais que, embora, fazem um grande trabalho. Abraço!!
(Antonio J. Alías)
Tengo la percepcion a traves de los versos que he leido, de que algo del portugues permanece en la traduccion. Que hermoso…
Gracias, Mariví. Sí, estoy contigo en que la traducción conserva algo del portugués, aunque a veces haya alguna que otra palabra traducida discutible. De todas maneras, ya que puedes acceder al original (editorial Assírio & Alvim), léelo en portugués. Beijinhos saudosos.
(Antonio J. Alías)