Juan Luis Martinez dejó escrita una de las mejores definiciones o contradefiniciones de Proximidad: “Si La Proximidad se acerca un poquito más a las cosas, se convertiría en las cosas.” (La nueva novela, 1977). En este delgado territorio de la proximidad es en el que se desarrolla la poesía de Javier Moreno. Sus dos últimos libros, Acabado en diamante y Renacimiento confirman una voz en progresión y una poética sólida y singular.
En Acabado en diamante asistimos a la búsqueda, llevada a cabo por el sujeto poético, de eso que hemos dado en llamar “lo oscuro”; aquello que acaba por ser más real que lo real. Pero no cae el poeta en la ingenuidad -cosa digna de elogio- de buscar lo oscuro lejos de la claridad (o a la inversa), sino que sabe que ambos extremos son indisociables y que uno contiene al otro, hasta tal punto de necesitarse mutuamente. Es en este escenario donde un cuerpo, un sujeto sintiente, percibe las imágenes y sus sombras no como abstracciones o pensamientos, sino que por el contrario intenta que con ellas se proyecte de manera sensible el mundo que le rodea. De este modo, no solo alcanzamos un supuesto Real, sino que además aparece otro real imaginario que se superpone al entorno. Así, Confluirían aquí el pensamiento común, el que se impone, y aquel que subyace. Lee el resto de esta entrada »