espacio de crítica literaria y cultural

Posts Tagged ‘DVD’

«Fabulosos monos marinos» de Óscar Gual y el travelling óptico

In Óscar Gual, Uncategorized on octubre 20, 2010 at 3:05 pm

De un tiempo a esta parte, cada vez son más los “jóvenes” escritores que se suman a las listas de novedades editoriales (lo que en sí mismo es un valor muy cuestionable), aunque finalmente son muy pocos los que continúan desarrollando proyectos interesantes -independientemente del gusto- con verdadera apertura y madurez estética. Por esto mismo, no creo exagerar si afirmo que Óscar Gual es uno de los autores con más proyección de los últimos años, como ya quedó apuntado con la publicación de Cut and Roll (DVD, 2008), cuyo discurso aún sigue ofreciendo motivos para la reflexión, y como se constata ahora con la publicación de este nuevo proyecto.

Bajo mi punto de vista, lo que media entre estas dos novelas es una solución de continuidad. Lo vemos a través de capítulos como Bonus track 3, que continúa el final (y esto cuestiona su cierre) de Cut and Roll; pero también con la filtración de personajes como Joel o Cristof Giraudoux y situaciones como aquella escena del poncho, que era brillante en términos discursivos. Teniendo esto en cuenta, podríamos pensar que a través de estas publicaciones se está perfilando un proyecto de dimensiones mayores, que incluiría cuestiones como la investigación desde el punto de vista literario del concepto de identidad y sus condiciones de escritura en la actualidad. Es decir, atendiendo a sus pliegues (desdoblamientos) y mutaciones, sean éstas ocasionadas de forma natural, psicotrópica, virtual o tecnológica. Lee el resto de esta entrada »

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La vida: Refutación y elogio. “Autoría” de Julieta Valero.

In Julieta Valero, Uncategorized on mayo 30, 2010 at 8:12 pm

Autoría es el título del último libro de Julieta Valero. Al margen de la ironía que pudiera encerrar este vocablo, su significado se erige como una de las vías por las que transitar el texto. Y esto, no solo desde un aspecto exterior y obvio, sino como hilo que, hilvanando, desaparece y vuelve a retomase. Así, esta reflexión, extendida más allá del yo, se mantiene firme, constante, y, en otro orden, variable. Los poemas que componen el libro parten de la realidad más inmediata para imprimirle una coherencia estructural, brillantez y profundidad que constatan, en el trabajo poético de su autora, un tono tremendamente original y sorprendente.

La forma, la expresión, en definitiva, la palabra es otra de las vías que impulsa Autoría. Enmarcada bajo cierto concepto de lo sublime, en el que un sentimiento de superación inunda al sujeto, no encontramos aquí esa tradicional confrontación entre la limitación del hombre y la inmensidad de la naturaleza, en su estado más salvaje. Por el contrario, Julieta Valero explora ese mismo desequilibrio y exceso dentro de la propia realidad construida por el hombre, es decir, en el universo de signos que media entre las cosas y la mente humana. Es en su poema «Ashberiana», donde más claramente se entiende la constatación de esta ruptura: “Se me ha informado de que mi identidad de poeta ya no se juega en los Alpes sino entre la naturaleza violenta esparcida de las cosas”. Lee el resto de esta entrada »

«Sustituir estar», Julián Cañizares Mata

In Uncategorized on noviembre 20, 2009 at 12:44 pm

“Podría estar atropellándome un coche./ Pero estoy aquí”. Así comienza Sustituir estar de Julián Cañizares Mata, un libro singular tanto por su expresión como por el alcance de su planteamiento, que parte de la observación de lo usual para adentrarse en la evidencia del cambio, tanto propio como externo, que concurre con el paso del tiempo. A través de esta certeza de presencia (es fuerte la carga semántica de ese primer adverbio) y situado en una terraza cualquiera, el yo lírico que se formula en estas páginas adopta una postura de extrañamiento en relación a todo aquello que (lo) contempla. Pues es mediante la observación de los detalles del paisaje, el ritmo de la vida urbana y su mobiliario (serán recurrentes los pájaros y los niños) como éste se dispone a reflexionar, con la misma falta de afectación, sobre su propio acto de estar. En cierto modo, podemos decir que en estas páginas se lleva a cabo una apertura de la propia experiencia hacia el afuera, para así acometer una reflexión más íntima en torno a la propia entidad puesta en relación con lo demás; en tanto el yo lírico se comprende a sí mismo como sujeto que establece una relación transitiva con el mundo, y más especialmente con su entorno más cercano.

Teniendo esto en cuenta, no podemos entender de manera aislada la existencia, que aquí se nos presenta en singular, sino en continua participación con todo aquello que la excede (estar implica siempre estar con), Lee el resto de esta entrada »

LIBRO DEL AÑO AFTERPOST: «El fósforo astillado»

In Juan Andrés García Román, Uncategorized on octubre 10, 2009 at 10:46 pm

fosforo

No es necesario decir lo complejo que resulta que dos personas (y cuando son cinco el asunto se desborda) se pongan de acuerdo en algo. Es decir, si no lo conseguimos en cuestiones mucho más relevantes como son las que conciernen a la ética, la política o la ciencia, cómo iba a ser posible alcanzar tal consenso en algo tan inutil como la literatura. Y no sólo ya en cuestiones de literatura, que a veces hasta ha servido para construir naciones, sino en la elección de un simple libro de poemas -que además no cuenta con la proyección mediática que pueden tener las espléndidas “novelas históricas” que inundan nuestras librerias- como libro del año.

Pues parece que el último libro de Juan Andrés García Román lo ha logrado. El fósforo astillado es para Afterpost el mejor libro publicado por el mercado literario de nuestro país, y en español, durante el último curso editorial. Y es que este poemario, que coge lo mejor de cada género, representa un buen ejemplo de cómo asumir una vasta y compleja tradición, sin perder la voz y el gesto por el camino. Los poemas o textos (en el mejor de los sentidos, es decir, en el barthesinao) de este libro no sólo impresionan por su fuerza y capacidad de perturbar los ánimos más convencionales, sino también por la belleza y el impacto de sus imágenes. Lee el resto de esta entrada »

Las figuras trazadas por los «Pequeños círculos» de Alberto Santamaría.

In Alberto Santamaría, Uncategorized on julio 30, 2009 at 8:54 pm
 

Qué difícil puede llegar a ser encontrar palabras
para lo que se tiene ante la vista.
Pero cuando finalmente se encuentran,
golpean contra lo real con pequeños martillos
hasta que repujan la imagen
como si la realidad fuera una planchuela de cobre.

WALTER BEJAMIN. San Gimignano.

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Grandes bloques de asfalto recogidos por toscos brazos mecánicos, tras haber picado el suelo de cualquier calle, en cualquier ciudad. Resulta curioso advertir cómo, la contemplación de esta anodina situación, evoca una de las imágenes más sublimes de entre todas aquellas a las que nuestros ojos ya se han acostumbrado, a saber, la de dos pequeños iceberg resquebrajándose por el choque de uno de sus témpanos contra el otro, a merced de las corrientes marinas. Sin duda, una de las principales razones que motiva esta asociación es, en primer lugar, la creación del propio concepto de sublime y, como no, una práctica muy extendida en la actualidad: su descontextualización mediática. Aunque, dejando de lado esta cuestión, podemos decir que más extraño es todavía que haya gente, entre los que me incluyo, que encuentre cierta emoción estética ante semejante fastidio urbanístico. Y es que, si obviamos el ruido, el polvo y la incomodidad que provocan esas placas de hielo negro, no parecerá tan extravagante que pueda resultar placentero el caminar por una vía en obras. Lee el resto de esta entrada »

Los libros de Nadie

In Uncategorized on noviembre 15, 2008 at 4:04 pm

«Cíclope, ¿me preguntas mi célebre nombre? Te lo voy a decir, mas dame tú el don de hospitalidad como me has prometido. Nadie es mi nombre, y Nadie me llaman mi madre y mi padre y todos mis compañeros.»

Homero. La Odisea.

Reses. Esther Ramón.

“Soy la mano que sacrifica reses”, así comienza el último libro de Esther Ramón, una poeta que aborda el espacio representativo de Reses con la irracionalidad que todo matadero puede contener. El lenguaje, que transita el espacio entre el ganado, se desboca en este poemario con el fin de desmontar el discurso gregario. Lee el resto de esta entrada »

La Gesamtkunstwerk de Juan Andrés García Román. “El fósforo Astillado”

In Juan Andrés García Román, Uncategorized on octubre 30, 2008 at 11:17 am

 

 

 

naranjas

desperdigadas entre las tumbas

he de morir de tanto inútil,

he de morir de palabras

Hugo Mujica

 

 

 

 

El último libro de Juan Andrés García Román no es una ópera de cámara, sino un poemario que comparte con Wagner la idea de “obra de arte total”. Aunque su autor estructure el libro a la manera de libreto operístico dividido en tres actos (con soprano, tenor, actores diversos y apuntador incluidos) y a pesar de las claras referencias a este ámbito, como las de la desdichada Lady Macbeth o Lear, lo que más vincula esta obra al mundo de la ópera es más bien su voluntad artística. Esto se desprende del hecho de que todos los modos aquí trabajados (desde el diálogo, la narración, a la pura enunciación “lírica” y todo ello bajo un implacable ritmo musical) tienen como finalidad encontrar una complementación estética a las (reducidas) posibilidades del lenguaje.

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«Cut and Roll», Óscar Gual

In Óscar Gual, Uncategorized on julio 22, 2008 at 6:35 pm

Ctrl + C

Las aguas que viste, donde está sentada la prostituta,

son pueblos y multitudes y naciones y lenguas […]

Pues Dios ha puesto en sus corazones que ejecuten

el plan divino, que cumplan aquel plan común

y que entreguen su reino a la bestia

APOCALIPSIS 17, 3-18, 14

Intro. Existe un trágico cotidiano que es mucho más real, mucho más profundo y mucho más conforme con nuestro ser verdadero que lo trágico de las grandes aventuras [Maeterlinck]: el tedio, un vicio que lleva tanto a una existencia ab-horrere como al zapping televisivo; el último de los pecados capitales. // play Si hace unas semanas hablábamos de una peculiar firma empresarial –Morthotel-, ahora es el momento de otra extraña [corpo]ración, ésta también relacionada con el éxito y la muerte, aunque de un modo distinto: si con Jack el Destripador empezó el siglo veinte, tengo la sensación de que conmigo se agota patética e ineluctablemente la fórmula, afirma, no sin cierta exuberancia verbal, un cínico Joel, protagonista de esta novela pero último eslabón de la singular compañía.

Con un inicio que nos recuerda a comienzos de películas como Lost Highway o Benny´s video (en tanto son tres los niveles de recepción en este momento: el de la cámara del bar, el del propio Joel y el nuestro) nos adentramos en una trama confusa y algo bizarra, dispuesta en tracks, cuya pauta va marcada unas veces por las necesidades de Joel, y otras por el capricho del narrador: dos voces que en ocasiones se confunden o se desdicen y que juegan a aportar más dinamismo, pero también distancia –y esto es fundamental en este texto- a la narración. Una narración, por cierto, cargada de referencias y puntos de fuga, como son el cine (Tarantino, Tarkovski, Chan-Wook Park, Kubrick, Ridley Scott, Monty Phyton), la música (Tchaikovsky, Tom Waits, Ozzy Osbourne), o la televisión, la física, la medicina, la óptica, la lógica, la informática, el arte, la literatura, el periodismo…etc. Una nómina abrumadora que da perfecta cuenta del uso y función de su licencia creativa –que en absoluto podemos pensar gratuita-.

//rew Pero rebobinemos, volvamos al punto de partida, porque es justamente ese vídeo el que configura el leitmotiv de la narración, el objeto de la búsqueda de Joel o, lo que es lo mismo, el elemento decisivo para el desarrollo de la trama de esta novela. Y es que la organización –mafia- para la que trabaja Joel sigue una peculiar política empresarial: la concesión de determinados deseos a cambio de la entrega de alguna de las partes del cuerpo de sus clientes –renovados faustos para este siglo veintiuno-, y sin posibilidad de resistencia; evidentemente, esto hacía del trabajo de Joel algo triunfalmente rápido y limpio [pague su hipoteca en cómodos plazos], y bien pagado. Porque los accidentes fortuitos existen, sí, pero a partir de ahora, fíjate. […] Si le cedes el sitio en el bus a un lisiado para que ocupe tu asiento piensa en lo que habrá obtenido a cambio. En que a lo mejor eres tú el disminuido. En la deuda que habrá contraído.

Aunque, como no podría ser de otra forma, el problema aparece cuando la concesión conlleva la propia mutabilidad del cliente, porque si, como ocurre, éste se niega a pagar su saldo, entonces todo se complica. Y he aquí la peripecia, en el sentido más teatral del término, que hace que su rutina se desestabilice y mute su estado [¿está, acaso, convirtiéndose en un monstruo?]. Porque de hecho, incluso (o a pesar) del Manual del buen detective y de la confianza que él mismo deposita en su modus operandi, le asaltan dudas, inseguridades, y miedo. Se enfrenta a una criatura posthumana, a la simbiosis poética de Konstantin Stanislavski (autor del Método) y Jean Giraudoux (popular escritor francés de principios del siglo veinte), aquí socios y amantes, devenidos una sola personalidad o conciencia –maleable a su antojo- para la consecución del arte total; la asunción del artista perfecto. Averiguarán cómo ser libres al fin. […] Lo harán  por su amor y lo harán en nombre del Arte: del Método.

De este modo, su vertiginosa investigación le precipitará a la decadente y apestosa Venecia, manido topoi si se quiere, donde se sucederán diversos episodios –verdaderamente visuales, incluso fílmicos- hasta llegar al desenlace de esta historia, en un final desesperado, cuando la línea de la vida está empezando a sangrar, y en el que no falta de nada: el choque de esencias: el señor de las infinitas identidades contra el hombre sin personalidad. Un encuentro dialéctico y tenso que, finalmente, desemboca en un suceso que cobra dimensiones bíblicas: un apocalipsis desconcertante, barroco, incluso kitsch.

Venecia cruje.

// pause [porque eso no es todo ]. Dice D. Scott Brown que las nuevas fuentes se buscan cuando las viejas formas se vuelves caducas y la salida no está clara, y tiene razón. Como ejemplo, Cut and Roll: una novela que puede entenderse –más allá de juicios valorativos- bajo la lógica del Nuevo Humanismo. En este sentido, Cut and Roll aborda asuntos interesantes relacionados con este tema, y en muy estrecha relación con la propia problemática que el texto acoge: los cyborgs, los autómatas, los replicantes. Según leemos, los cuerpos humanos puros están en desuso. La tecnología está ahí para que la usemos, pero también para que formemos parte de ella, para que nos mezclemos con ella, para que la invitemos a nuestras casas, a nuestra carne. Por extensión, podemos pensar en identidades mutantes, en sujetos que ya no pueden entenderse desde el punto de vista tradicional: se trata de un modo de existencia terminal, la del ser humano conectado a redes y utilizando el lenguaje de las redes, “siendo digital” (JL Molinuevo); tecnológico.

Un nuevo paradigma que, en este caso en concreto, aparece materializado no ya sólo en su temática, sino también, por ejemplo, en la inclusión de fragmentos del lenguaje informático, más allá de un uso (y función) meramente anecdótico o esteticista. Si recordamos, el modo de actuación (funcionamiento) de Joel responde, como él mismo señala en repetidas ocasiones, a las coordenadas propias que ejecutaría un autómata: la ejecución directa y eficiente (automática) de determinados comandos [77   else return –1; // función actuar -› ok] y sin ningún tipo de cuestionamiento moral o ético.

Muy en esta línea, en Cut and Roll, considero, se propone además una lectura encuadrada dentro de un modo loop: un discurso en bucle que plantea distintos niveles de expresión, en un tiempo discontinuo y fragmentado, muy acorde, como bien puede deducirse, con esa idea de corte tan presente en toda esta narración (tanto desde su estructuración formal –27 tracks- como desde la propia producción del discurso –el propio cuerpo, la misma historia- y el título, que alude claramente a los comandos [cut and paste] del lenguaje informático, y a la música rock: los dos imaginarios sobre los que gravita esta narración).

Tan es así, que es justamente esta configuración en bucle la que sostiene y propicia el volumen semántico de la obra, ya sea focalizado en los peces (tratamiento de la violencia, pero también de la supervivencia), en el bonsái (y el arte -irónico- de la poda) o en el camaleón (y la reflexión sobre la propia identidad); factores, al fin y al cabo, que contribuyen a la continuidad de ese bucle perfecto de planos semánticos superpuestos e interrelacionados. Porque el efecto poético (decía Lotman) reside justamente en la íntima relación que guardan, por defecto, los aspectos formales (la disposición del texto) y los semánticos (el contenido), ambos indisociables.

Esc.

JARA CALLES








































 

 

La paleta de Carlos Jiménez Arribas: «Darwin en las galápagos»

In Carlos Jiménez Arribas, Uncategorized on abril 17, 2008 at 2:15 pm

Habitualmente podemos advertir en los humanos una necesidad de signar el mundo; búsqueda de una comprensión que se nos antoja necesaria. darwinEl inconveniente es que la realidad va más allá de su supuesta capacidad sígnica, y la tarea de catalogarla se torna innecesaria e imposible. Los textos que componen Darwin en las Galápagos no pretenden abarcar el mundo, sino por el contrario ofrecer una mirada múltiple, a través del tiempo y el espacio de cada poema, lugar en el que el sujeto poemático se sitúa y va descubriendo un territorio interior y exterior. Así, con armonía, despliega su mirada dejando constancia del universo natural.

La elección de Carlos Jiménez Arribas por el poema en prosa responde a su necesidad indagatoria, depurando cada palabra, para hacer de cada poema un nuevo territorio donde se perciben los pasos de su búsqueda. Pero si algo hay que destacar además del hecho de que haya elegido la forma poética en prosa, es que haya realizado otra selección mucho más honda y de mayor repercusión: la utilización de técnicas pictóricas que hacen de sus poemas, paleta en mano, territorios de luz y sombra. Todo ello al margen de que en una de las partes del libro, “Encantamiento del marinero”, los poemas estén presentados en espacios de artistas plásticos, pues su influencia y aplicación se extienden por todo el libro. Lee el resto de esta entrada »

«Carne de píxel», Agustín Fernández Mallo

In Agustín Fernández Mallo, Uncategorized on marzo 31, 2008 at 7:34 pm

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Circunvalamos la ciudad contradiciéndolo cuanto pudimos.

A. F. MALLO

Consagrados a la cultura de lo visual, a la necesidad de plasmar en imágenes la propia existencia, hoy hemos pasado ya de una «metafísica del pincel a una metafísica del píxel» [Fernández Mallo] que, en consecuencia, inaugura un nuevo sistema utópico de digitalización de la existencia, incluso [y a pesar] de la evidencia del [en ocasiones] obsceno desfase que por defecto media entre realidad e imagen.

Ni que decir tiene, entonces, que el reto de nuestra cultura sea ahora el de «realizar lo virtual en lugar de virtualizar lo real», parafraseando a José Luis Molinuevo quien, además, ha llamado la atención sobre el que tal vez sea el planteamiento más exitoso del debate sobre el pensamiento fundacional de nuestros días: la consecución de un Nuevo Humanismo o Humanismo Tecnológico. Esto es, la ascensión de una nueva lógica relacional que incorpore tanto la cultura artístico-humanista como la cultura científico-tecnológica [Pau Alsina]. Hablamos, pues, de un nuevo modo de reprogramación del mundo contemporáneo, acorde como es a la propuesta postpoética de Agustín Fernández Mallo, y del que el píxel, dicho sea de paso, encierra y acristala su particular ADN.

Jesús PortalPor eso Carne de Píxel puede leerse como una propuesta o puesta en práctica de dicho paradigma, escrito en prosa y con una conciencia absoluta de la brevedad y la contención del lenguaje, al tiempo que entrecruza los discursos [el yo poético y el texto sobre los agujeros negros, correlato documental de su devenir sentimental]. Y una serie de leitmotivs que aportan una cadencia desafectada pero constante, similar al efecto del punteo de un bajo: la lluvia y el llanto, o la frase de Roy Batty, replicante de Blade Runner. Lee el resto de esta entrada »