De la misma forma que un albañil o cualquier otro profesional relacionado con la construcción elige determinados materiales para fabricar una casa, un edificio, un dúplex o incluso una urbanización entera, el resto de habitantes del orbe hacemos la misma operación de selección y combinación para fabricar el medio con el que queremos vincularnos. Se trata pues, esta actividad de construir, del sector ocupacional con mayor número de población contenido en él, puesto que no sólo fabricamos viviendas o carreteras, sino que todos creamos visiones, conceptos y cosas mucho más pragmáticas; identidades. Es la forma en que pretendemos relacionarnos.
Manuel Vilas utiliza una de estas construcciones, España, para rastrear innumerables aparatos creados por el ser humano y por ello escribe que esta obra “trata de España y no de España”, puesto que habla del relato creado a lo largo del tiempo y no del referente objetivo (cosa por otro lado imposible). Si lo hace de esta manera es porque como pone en boca de su alter-ego novelístico y editor real Sergio Gaspar, “nadie escapa a su país, obviedad que la cultura española ha obviado”. Se pone así de manifiesto que los individuos no son capaces de objetivar la red de elementos que ellos mismos han fabricado y que por la misma razón toda actuación o pensamiento se encuentra mediatizado por un entorno, no menos mediatizado. Por ello, España como muchas otras conceptuaciones es una “realidad inexistente” a la que se le permite al menos “existir literariamente”, es decir, como ficción. Lee el resto de esta entrada »