[La poética]
Vuelve Poética para cosmonautas y yo diría que estamos de enhorabuena. Esta vez además con dos textos incorporados, un prólogo-satélite escrito por Alberto Olmos y una zona de contacto firmada por Agustín Fernández Mallo. Mientras la Poética, por su parte, sigue estando intacta. Tal y como puede observarse, esta obra, que es minimalista en todos los sentidos del término, condensa en sus páginas buena parte de la herencia estética de la solarística. Esa ciencia[ficción] que tiene como objetivo no ya la propia idea de Solaris, sino la complejidad de los contextos emocionales que se retrataron en la novela de Stanislav Lem, y que más tarde fueron llevados al cine por Tarkovski en su obra homónima; quizá la referencia primera de Henry Pierrot (de los Pierrot de toda la vida, de León) a la hora de afrontar el desarrollo inicial de la obra.