espacio de crítica literaria y cultural

«Exploradores del abismo», Enrique Vila Matas

In Enrique Vila Matas, Uncategorized on diciembre 16, 2007 at 8:59 pm

Exploradores del abismoTodo lo que se puede pensar se puede pensar claramente,

Todo lo que se puede decir se puede decir claramente,

pero no todo lo que se puede pensar se puede decir.

Wittgenstein (Vila-Matas en Bartleby y compañía)

 

 

Podemos imaginar el abismo como un gran acantilado pedregoso que provoca una irresistible atracción al vacío. La infinita variedad del mundo exterior contrasta gravemente con la inmensa oquedad del abismo. Pueden ser muchas las razones por las que se ha llegado a visualizar ese agujero negro, pero una vez abierto, la vida lo atraviesa quedando reducida a una masa homogénea en la que ya no se puede distinguir nada, sólo se puede actuar.

Vila-Matas comienza su libro de cuentos con estas palabras: “Voy pensando que un libro nace de una insatisfacción, nace de un vacío, cuyos perímetros van revelándose en el transcurso y final del trabajo. Seguramente escribirlo es llenar ese vacío.” El abismo se abre en la primera página y todos y cada uno de los personajes se zambullen en él para explorar su significado. En el blog literario El dormitorio de Maud, Daniel Quinn observa cómo en Exploradores del abismo se sobrevuela a muchos escritores, aunque podríamos añadir que a ninguno con tanta profusión como el propio Vila-Matas se sobrevuela a sí mismo. El escritor se diluye a lo largo de las páginas abriendo esa sima que supone una nueva etapa creativa, dando voz a su experiencia literaria a través de trasuntos de las muchas figuras que ya ha creado de sí mismo en su larga trayectoria. En boca de uno de esos doppelgänger puso: “la esencia de cualquier texto consiste en escapar a toda determinación esencial, a toda afirmación que lo estabilice o realice” (Bartleby y compañía). Esta concepción de la literatura funciona en sus obras anteriores y también en esta ocasión, ofreciendo vías muy diferentes de leer y entender su libro.

El cuento “Vacío de poder” finaliza con estas palabras: “Todo estado es pura apariencia y ficción que responde a una estructura falsa, armada en torno a un centro abismalmente ausente”. Este es el punto de partida de la construcción de los cuentos en forma de hipertexto, en el que las referencias nos llevan en muchas direcciones. Su condición metaliteraria nos conduce a otros escritores, como a la figura de Kafka, igual que ya hizo en Hijos sin hijos, al extraer un fragmento de sus escritos para convertirlo en un relato independiente y esconderlo así tras el discurso del resto de cuentos. Se podría hacer una lectura centrada en desenmascarar el corpus de autores que el escritor disfraza recurrentemente en sus obras y de este modo, siguiendo a Iser, serían los lectores los primeros que habrían de asomarse al vacío y llenarlo de sentido reactivando su enciclopedia mental.

También hay líneas que se trazan dentro de la propia obra, guiños que se hacen los propios cuentos de una página a otra. En “La gota gorda”, por ejemplo, un escritor nos habla del problema que le causa escribir sobre ciertos personajes. En un relato posterior los veremos redondeados y convertidos en protagonistas.

Con la ironía siempre presente, porque “el humor es lo último que se pierde”, transgrede las normas sociales que sobrevuelan la cabeza de todos: padres que detestan a sus hijos, voyeurismo al más puro estilo de Larra, ridiculización de estereotipos fácilmente reconocibles en nuestra sociedad… Personas normales, si es que en realidad existen, que de una manera u otra se descuelgan de la realidad y se revelan como objeto de interés. En definitiva, todos los cuentos responden a la misma necesidad de explorar ese abismo, aunque no todos consiguen la misma intensidad, por el riesgo que supone planear siempre sobre la misma idea.

Exploradores del abismo es otro de los libros de Vila-Matas que no se terminan en la última página, erigiéndose como una de esas obras abiertas de las que hablaba Umberto Eco. Recorrerla es como acercarse a ese acantilado pedregoso y sentir la misma irresistible atracción al vacío.

 

Teresa I. Tejeda

  1. El Itinerario que recorre al autora para sumergirnos en «exploradores del abismo» me parece conmovedor, espléndido y sobre todo destaco una frase «el humor es lo úlimo que se pierde», buena falta nos hace. Gracias Treresa I.

  2. Este tipo de blog que se dedica a comer obras de autores nobeles, consagrados, poco conocidos… nos facilita a los lectores su posterior inmerción en sus páginas.
    Adelante, sin complejos…

  3. Tu comentario sobre ese libro, Teresa I., está completo en tan pocas palabras que me dejas alucinado; la facilidad con la que consigues expresar lo que quieres, con tanta facilidad me hace verlo todo con claridad, aunque no sea español. Sigue así…

  4. Muy buen comentario para un libro excelente.

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